El postre de tiramisú es un clásico de origen italiano y como hay muchas versiones de este postre, hoy será un tiramisú saludable. Haremos un bizcocho libre de gluten. Y como siempre, no utilizamos azúcares refinados así que es un postre bajo en carbohidratos, muy alto en proteína y nutrientes ya que tiene ¡mucho huevo!
Esta receta de tiramisú saludable es perfecta para una ocasión especial ya que es un postre con una apariencia bastante sobria y elegante. A la vista salta lo rico que sabe. Eso sí, ten en cuenta que lo más recomendable, es dejarlo unas cuantas horas refrigerándose antes de consumirlo. La idea es que todos los sabores se integren a la perfección.
Seguramente ya has probado el tiramisú antes, y debes saber que sus ingredientes principales encajan de una forma exquisita. Pero créeme que después de intentar esa versión de Tiramisú Saludable, no querrás volver al tradicional.
Vas a ver que la combinación del sabor del café, la crema y la textura y humedad del bizcocho lo hacen el postre perfecto ¡A todos nos gusta el postre de tiramisú! Así que no dejes de intentar esta receta.
Si te gustó esta receta compártela con tus amigos y cuéntame en los comentarios si las haces o si tienes alguna duda. Estaré encantada de responder
Saca el queso de la nevera para que se aclimate y esté manejable en el momento de usarlo
En un bowl, bate las yemas y el huevo entero con el chorrito de esencia de vainilla y el endulzante en granulado hasta que éste se haya disuelto completamente. La mezcla debe alcanzar un punto muy cremoso y un color blancuzco. (Se recomienda hacerlo con batidora.)
Agrega la harina de arroz, el polvo de hornear y la mantequilla y sigue batiendo hasta que todo esté incorporado.
Precalienta el horno a 200°C
En otro bowl, bate las claras con la pizca de sal hasta que alcancen el punto nieve.
Finalmente incorpora las claras a punto nieve poco a poco con la mezcla de las yemas con movimientos envolventes.
Engrasa un molde que sea ancho, de forma que el bizcocho no te quede muy grueso.
Vierte toda la mezcla y hornea por 20 minutos aproximadamente.
En un bowl grande, bate las yemas con la stevia líquida por aproximadamente 4 minutos hasta que la mezcla quede cremosa y espumosa. (Este paso también se recomienda hacerlo con la batidora.)
Luego, agrega todo el queso mascarpone y las 3 cucharadas de café. Sigue batiendo hasta que todo este incorporado.
En otro bowl, bate las claras hasta que alcancen el punto nieve.
Incorpora las claras poco a poco a la mezcla de queso con movimientos envolventes hasta que todo esté bien mezclado.
Ahora, vas a cortar el bizcocho de forma que obtengas trozos de más o menos este grosor. No deben quedar muy gruesos porque queremos capas de bizcocho y crema equilibradas en cuanto a su tamaño.
Ahora, remoja cada trozo de bizcocho en el café de forma que quede perfectamente empapado y ve montando una capa de bizcochos remojados en un molde más o menos grande (yo utilicé uno de aproximadamente 20x20 cm)
Después de esa primera capa de bizcocho remojado en café, vierte la mitad de la crema para crear una capa gruesa.
Espolvorea cacao encima de la capa de crema
Ahora, repite el proceso: una capa de bizcochos remojados, una capa de crema con la crema restante y cacao en polvo para finalizar.
Dependiendo del tamaño de tu molde, podrás hacer dos o tres capas. En mi caso que utilicé un molde de 20x20 cm pude hacer dos. Simplemente ten en cuenta distribuir todo de forma que no te sobren bizcochos, no te sobre crema y te quede capas equilibradas. Eso sí, priorizando las capas de crema.
Una vez tengas todo el postre en el molde, refrigéralo mínimo 4 horas para que los sabores se integren bien. Yo lo dejé toda la noche.
Pasado este tiempo ¡a disfrutar!
Ingredients
Directions
Saca el queso de la nevera para que se aclimate y esté manejable en el momento de usarlo
En un bowl, bate las yemas y el huevo entero con el chorrito de esencia de vainilla y el endulzante en granulado hasta que éste se haya disuelto completamente. La mezcla debe alcanzar un punto muy cremoso y un color blancuzco. (Se recomienda hacerlo con batidora.)
Agrega la harina de arroz, el polvo de hornear y la mantequilla y sigue batiendo hasta que todo esté incorporado.
Precalienta el horno a 200°C
En otro bowl, bate las claras con la pizca de sal hasta que alcancen el punto nieve.
Finalmente incorpora las claras a punto nieve poco a poco con la mezcla de las yemas con movimientos envolventes.
Engrasa un molde que sea ancho, de forma que el bizcocho no te quede muy grueso.
Vierte toda la mezcla y hornea por 20 minutos aproximadamente.
En un bowl grande, bate las yemas con la stevia líquida por aproximadamente 4 minutos hasta que la mezcla quede cremosa y espumosa. (Este paso también se recomienda hacerlo con la batidora.)
Luego, agrega todo el queso mascarpone y las 3 cucharadas de café. Sigue batiendo hasta que todo este incorporado.
En otro bowl, bate las claras hasta que alcancen el punto nieve.
Incorpora las claras poco a poco a la mezcla de queso con movimientos envolventes hasta que todo esté bien mezclado.
Ahora, vas a cortar el bizcocho de forma que obtengas trozos de más o menos este grosor. No deben quedar muy gruesos porque queremos capas de bizcocho y crema equilibradas en cuanto a su tamaño.
Ahora, remoja cada trozo de bizcocho en el café de forma que quede perfectamente empapado y ve montando una capa de bizcochos remojados en un molde más o menos grande (yo utilicé uno de aproximadamente 20x20 cm)
Después de esa primera capa de bizcocho remojado en café, vierte la mitad de la crema para crear una capa gruesa.
Espolvorea cacao encima de la capa de crema
Ahora, repite el proceso: una capa de bizcochos remojados, una capa de crema con la crema restante y cacao en polvo para finalizar.
Dependiendo del tamaño de tu molde, podrás hacer dos o tres capas. En mi caso que utilicé un molde de 20x20 cm pude hacer dos. Simplemente ten en cuenta distribuir todo de forma que no te sobren bizcochos, no te sobre crema y te quede capas equilibradas. Eso sí, priorizando las capas de crema.
Una vez tengas todo el postre en el molde, refrigéralo mínimo 4 horas para que los sabores se integren bien. Yo lo dejé toda la noche.
Pasado este tiempo ¡a disfrutar!