¿Extrañas el pan en el desayuno pero quieres que tu alimentación siga siendo baja en carbohidratos? Pues esta receta es para ti. Sus ingredientes son perfectamente compatibles con una alimentación baja en carbohidratos e incluso cetogénica.
Sabemos que una alimentación baja en carbohidratos puede ser algo desafiante para muchas personas porque los productos de panadería en general, se eliminan. Sin embargo, podemos encontrar versiones bajas en carbohidratos y deliciosas de ''panes'' que por su textura y sabor nos sorprenderán.
Esta receta es el perfecto ejemplo ya que no tiene nada que envidiarle a la panadería tradicional: no contiene gluten ni nigún tipo de harina refinada que como resultado te dará estos pancitos de queso esponjosos, suaves y deliciosos.
Esta variedad de pan keto es perfecta para acompañar un chocolate caliente o unos huevos en el desayuno. Tu decides como comerlos. Ya verás lo ricos que son y la gran saciedad que aportarán
¡No dejes de intentarlos!
Mezcla todos los ingredientes en un bowl y amasa hasta que todo este perfectamente integrado. La masa debe lucir así:
Precalienta el horno a 350°F o 176°C.
Engrasa la bandeja en la que vayas a hornear los pancitos de queso con ghee, aceite de coco o mantequilla de vaca.
Forma bolitas de masa más o menos de este tamaño y ubícalas en la bandeja. Al final tendrás más o menos 12-13 bolitas.
Hornea por 50 minutos aproximadamente hasta que los pancitos hayan tomado un color dorado y estén crocantes por fuera.
Pasado este tiempo ¡estos deliciosos pancitos de queso estarán listos para comer!
Ingredients
Directions
Mezcla todos los ingredientes en un bowl y amasa hasta que todo este perfectamente integrado. La masa debe lucir así:
Precalienta el horno a 350°F o 176°C.
Engrasa la bandeja en la que vayas a hornear los pancitos de queso con ghee, aceite de coco o mantequilla de vaca.
Forma bolitas de masa más o menos de este tamaño y ubícalas en la bandeja. Al final tendrás más o menos 12-13 bolitas.
Hornea por 50 minutos aproximadamente hasta que los pancitos hayan tomado un color dorado y estén crocantes por fuera.
Pasado este tiempo ¡estos deliciosos pancitos de queso estarán listos para comer!