La mantequilla clarificada o el ghee es muy popular en la cocina de India y Paquistán. Ha ganado popularidad en la cultura occidental por sus beneficios. Se trata de una ''mantequilla'' a la que se le retiran los sólidos lácteos en donde se encuentran la caseína y la lactosa. De ahí su nombre mantequilla clarificada. Estos componentes pueden ser problemáticos en algunas personas. Pueden causar irritación u otros síntomas gastrointestinales.
La mantequilla clarificada es una grasa del tipo saturada y es de las mejores opciones para utilizar en la cocina gracias a su gran estabilidad. Resiste altas temperaturas sin oxidarse y generar subproductos tóxicos como sí ocurre con los aceites vegetales. Su punto de humo es 200°C aproximadamente.
La mantequilla clarificada es muy rica en vitamina A y tiene un sabor delicioso. Su durabilidad también lo hace idóneo para la cocina ya que ciertos aceites y otras fuentes de grasa se dañan fácilmente con la exposición a la luz o al calor. El ghee por el contrario, es muy resistente.
Otro aspecto muy positivo que tiene cocinar con mantequilla clarificada es que es muy económico hacerla. Incluso si utilizas menos cantidad de mantequilla de la que te sugiero en esta receta, tendrás manquilla carificada para cocinar por varios meses ya que al retirarle la caseína y la lactosa, la grasa se concentra aún más y por esto, necesitarás muy poca cantidad para cocinar. Verás que rinde bastante.
¡Te sorprenderás de lo fácil que es hacerla!
Pon a derretir la mantequilla a fuego muy bajo en una olla. Es importante que el fuego sea muy bajo ya que la mantequilla estará en el calor por un rato largo y no debe quemarse.
A medida que la matequilla se va derritiendo y empieza a hervir, verás una espuma que sale en la superficie. Esa espuma son los sólidos lácteos que queremos retirar: la lactosa y la caseína.
Retira esa espuma a medida que va saliendo con una cuchara y revuelve de vez en cuando. La idea es retirar esa espuma hasta que ya no salga más. Este proceso tarda un poco de tiempo, ten paciencia.
Cuando esta espuma deje de salir, obtendrás un líquido amarillento y transparente. En ese punto tu ghee está listo.
Deja que se enfríe un poco y pasalo a un recipiente de vidrio pasándola por un colador y lleva a la nevera. Puedes también guardarlo en la alacena pero yo prefiero asegurarme de que se mantendrá en perfecto estado por mucho tiempo así que lo guardo en el refrigerador.
Si deseas, puede agregarle especias y sal para darle más sabor. En esta ocasión yo le agregué ajo en polvo, pimienta, albahaca y sal. Pero puedes dejarlo con su sabor natural que también es ¡delicioso!
Ingredients
Directions
Pon a derretir la mantequilla a fuego muy bajo en una olla. Es importante que el fuego sea muy bajo ya que la mantequilla estará en el calor por un rato largo y no debe quemarse.
A medida que la matequilla se va derritiendo y empieza a hervir, verás una espuma que sale en la superficie. Esa espuma son los sólidos lácteos que queremos retirar: la lactosa y la caseína.
Retira esa espuma a medida que va saliendo con una cuchara y revuelve de vez en cuando. La idea es retirar esa espuma hasta que ya no salga más. Este proceso tarda un poco de tiempo, ten paciencia.
Cuando esta espuma deje de salir, obtendrás un líquido amarillento y transparente. En ese punto tu ghee está listo.
Deja que se enfríe un poco y pasalo a un recipiente de vidrio pasándola por un colador y lleva a la nevera. Puedes también guardarlo en la alacena pero yo prefiero asegurarme de que se mantendrá en perfecto estado por mucho tiempo así que lo guardo en el refrigerador.
Si deseas, puede agregarle especias y sal para darle más sabor. En esta ocasión yo le agregué ajo en polvo, pimienta, albahaca y sal. Pero puedes dejarlo con su sabor natural que también es ¡delicioso!