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Esta cuarentena sin duda ha hecho que la actividad física de muchos disminuya. Y la motivación, ni hablar.
La ansiedad, la falta de motivación, la falta de implementos o el desconocimiento de formas de entrenar en casa, son algunas de las razones que llevan a las personas a quedarse quietos.
En mi caso personal, al principio de la cuarentena mi motivación para ejercitarme en casa, casi desapareció. Incluso, a veces comencé alguna rutina, y no la terminé. Me desanimaba en medio de ella. Pero también pasó, que al empezar a hacer otro tipo de ejercicios que no requerían los implementos comunes de un gimnasio, me di cuenta de que me había olvidado de cosas esenciales que le daban funcionalidad a mi cuerpo. Vi que no era muy flexible, que mi balance y mi equilibrio no eran muy buenos, que a veces no coordinaba muy bien cierto tipo de movimientos y me costaba mucho manejar el peso de mi cuerpo.
Es muy frecuente que en los gimnasios la mayor parte de la atención esté en tener músculos grandes, marcados y un cuerpo lindo. Y eso no necesariamente está mal. Sin embargo, la meta principal debería ser la salud y dentro de eso está la funcionalidad de nuestro cuerpo. Por eso, la cuarentena me dio la oportunidad de trabajar en esas falencias a través de:
1. Ejercicios de flexibilidad
Trabajar en la flexibilidad beneficia todo nuestro sistema muscular, se retrasa el envejecimiento del aparato motor, se alivia el estrés, se mejora la postura y se acelera la recuperación muscular.
Los ejercicios de flexibilidad también aumentan el rango de movimiento que es básicamente qué tanto una articulación se puede mover en la ejecución de un movimiento o ejercicio. Cuando se aumenta el rango de movimiento en las articulaciones, se promueve la resistencia, la velocidad y se disminuye el riesgo de lesiones en ellas.
Hay varios tipos de ejercicios que se pueden realizar. Se trata de ejercicios de estiramiento. Si se va a entrenar, entonces se recomienda hacer un estiramiento dinámico que haga que nuestro cuerpo entre en calor y se prepare. Así se mejorará el rendimiento y la movilidad durante el entrenamiento. De lo contrario, se puede optar estiramientos estáticos -como muchos de los que se hacen en el yoga-, en los que se trabajan los músculos por separado, en posiciones fijas y por tiempos más prolongados. Aquí se trabajará la flexibilidad, mientras que se disminuye el estrés muscular y psicológico.
2. Ejercicios de movilidad
Cuando se habla de movilidad en el contexto de la actividad física, nos referimos a la capacidad de mover nuestro cuerpo libre y controladamente conservando la estabilidad o el equilibro.
Dentro de otras cosas, este tipo de ejercicios buscan también ampliar nuestro rango de movimiento. Permitirán que tu músculo se fortalezca y se involucre más en dicho ejercicio. Así se previenen lesiones y se mantiene la salud y funcionalidad del músculo.
Incluir este tipo de ejercicios antes del entrenamiento de fuerza permiten que se recluten más fibras musculares, se mejore la circulación y la oxigenación en los músculos. Esto facilitará el aumento de masa muscular y la pérdida de grasa.
No se trata simplemente de hacer muchas repeticiones o levantar cargas muy pesadas, sino de hacer el movimiento correcto y teniendo total control sobre él.
3. Ejercicios de coordinación
La coordinación es algo que está implicado en cada movimiento que hacemos. Es la capacidad que tenemos de sincronizar de nuestro cuerpo bajo ciertos parámetros en la ejecución de un movimiento específico. Es una competencia que además se va perdiendo de manera natural con los años.
Cuando el cerebro se enfrenta a una actividad nueva, se refuerzan y se establecen nuevas conexiones neuronales. Muchos ejercicios que ponen a prueba la coordinación hacen precisamente eso: reforzar conexiones neuronales. Constituyen una actividad que el cuerpo nunca había realizado. Esto resulta en mejorar la motricidad y la funcionalidad de todos los músculos.
Se ha encontrado incluso, que los ejercicios de coordinación en combinación con ejercicios aeróbicos y de fuerza, tienen efectos muy positivos en el tratamiento de la depresión. Así que serán una excelente estrategia para levantar nuestro estado de ánimo si nos sentimos estresados durante la cuarentena.
4. Ejercicios con el peso corporal
A menudo se piensa que los entrenamientos con el peso corporal no son tan efectivos y no generan los resultados que se obtendrían trabajando en máquinas en un gimnasio. Nada más alejado de la verdad que eso. Si bien es cierto que es necesaria más planificación y creatividad a lo hora de entrenar con el peso de tu cuerpo para así tener un entrenamiento efectivo, no significa que no vayas a obtener excelentes resultados entrenando de esta forma.
Se requiere muchísimo más esfuerzo y habilidad para hacer un movimiento teniendo completo control y estabilidad en el cuerpo, que simplemente alejar o acercar una carga de el (el principio de muchos de los equipos que encontramos en los gimnasios). Un claro ejemplo de esto, es ver que muchas personas después estar un tiempo entrenando en un gimnasio, aún no logran hacer una serie de push-ups.
Entrenar con el peso de tu cuerpo te dará un cuerpo esculpido y tonificado. Además, te dará completo control de tus movimientos aumentando tu fuerza, resistencia y estabilidad.
En mi experiencia he implementado bastante los ejercicios de Phase 6 Fitness. Se trabaja un poco de todas estas competencias.
Durante la cuarentena, puedes concentrarte en tu flexibilidad, movilidad, coordinación y manejar tu peso corporal. Verás cómo tu desempeño aumenta. Además estarás promoviendo la funcionalidad y la salud de tu cuerpo desde tu casa. Con el paso de los años, es lo que hará la diferencia entre depender o no, de alguien para hacer cosas básicas de nuestra rutina diaria. Como amarrar un zapato o coger algo pesado del suelo.
Por último, no te mortifiques porque un día no entrenaste. Al menos procura no quedarte dos días seguidos sin practicar alguna actividad física.