Dieta Cetogénica o Keto: ¿Para qué sirve?

La dieta cetogénica (o dieta Keto por su nombre en inglés), ha sido desde hace años utilizada principalmente en tratamiento de la epilepsia y otros trastornos neurológicos por su efecto neuroprotector. También es conocida por la dieta Atkins en la que hay una reducción sustancial en la ingesta de carbohidratos y un aumento en la ingesta de grasa. Sin embargo, la dieta cetogénica se puede ver como una versión mejorada.

Este estilo de alimentación, se ha hecho cada vez más popular al ser utilizada como tratamiento para el sobrepeso, la obesidad y la diabetes tipo 2. Siendo la pérdida de peso lo que más popularidad le ha dado. 

Sin duda, la ‘dieta keto’ es un término que cada vez escuchamos con más frecuencia. Aún así, muchas personas aún no conocen de lo que se trata así que hoy, conoceremos un poco más de ella.

 

¿Qué es una dieta cetogénica?

En esta forma de alimentación, se lleva el organismo a un estado cetogénico; un estado en el que se producen cetonas. 

Para lograr esto, se restringe tanto la ingesta de carbohidratos que nuestro organismo se ve obligado a utilizar un combustible alternativo a la glucosa: la grasa.

Esta grasa, la toma tanto de las reservas corporales, como de la que se consume en la dieta y a partir de ella, se producen en el hígado las cetonas o cuerpos cetónicos. De ahí la palabra ceto-génica.

Es cuando se empieza a hablar del estado de cetosis. Un estado metabólico en el cual, nuestro organismo no está funcionando con glucosa como fuente de energía sino con cetonas producidas a partir de la grasa

La cetosis es un estado metabólico contrario al que viven la mayoría de personas. Cuando se tiene una alta ingesta de carbohidratos como el pan, la pasta, el arroz, las papas y productos ricos en azúcares, el organismo únicamente utiliza el glucosa como fuente de energía. No accede a la grasa. O al menos, es mucho más complicado acceder a ella.

El estado de cetosis genera un efecto señalizador (de las cetonas) que favorece por ejemplo, la cognición (tanto en personas sanas como en personas con previas patologías), mejora el desempeño físico, disminuye la inflamación, el estrés oxidativo entre otras áreas de nuestro organismo.

 

La cetosis es el estado responsable de los beneficios de la dieta.

 

Cabe resaltar que no es únicamente mediante una alimentación cetogénica que se producen cetonas. En condiciones de ayuno y ejercicio físico intenso también se desencadena su producción.

 

¿Para qué sirve la dieta cetogénica?

El beneficio que hizo tan popular a la dieta cetogénica, fue la pérdida de peso ya que el organismo está ‘quemando’ toda la grasa acumulada. Incluso sin ayuda de ejercicio.

Sin embargo, los beneficios de esta dieta no se quedan en la pérdida de peso. Las cetonas, hacen mucho más que funcionar como una fuente de energía para las células. 

Como lo mencionamos anteriormente, la Dieta Cetogénica, ha mostrado beneficios en muchas áreas de la salud. Estos son algunos de ellos:

  • Disminución de los antojos y el apetito
  • Mejoría en marcadores de salud como el perfil lipídico, la presión arterial y la disminución de la circunferencia de la cintura 
  • Niveles constantes de energía que acaban por mejorar el rendimiento mental y la concentración 
  • Disminución en síntomas gastrointestinales gracias a que esta dieta se basa en alimentos naturales que no promueven la inflamación
  • Al eliminar fuentes de carbohidratos que a menudo son problemáticos (granos y cereales), condiciones como alergias, acné y migrañas pueden disminuir e incluso desaparecer

Sin embargo, aquí abordaremos más a fondo, dos de los beneficios por los que más se implementa una alimentación cetogénica:

1. La cetosis protege tu cerebro

Se ha visto que el efecto protector que tienen los cuerpos cetónicos en el cerebro, tienen que ver con la prevención de la muerte celular y en este caso, neuronal. Y es que estas interesantes moléculas, aportan grandes beneficios antioxidantes ya que disminuyen la producción de radicales libres.

La transición de la permeabilidad mitocondrial, es uno de los procesos que parece verse inhibido por los cuerpos cetónicos. Lo interesante es que, este proceso juega un gran papel en el desarrollo de muchos trastornos mentales, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Por otro lado, en estudios experimentales realizados en ratas, al alimentarlas con dietas cetogénicas altas en grasa, se encontró que en el hipocampo (región cerebral encargada de regular la activación de los recuerdos), había un aumento significativo en la actividad del glutatión peroxidasa; una proteína que se encarga de proteger células y enzimas del estrés oxidativo

Ya que el hipocampo es una de las regiones cerebrales que primero se ve afectada en trastornos como la demencia y enfermedades degenerativas como el Alzheimer, se cree que el efecto antioxidante de la cetonas es lo que hace que la dieta cetogénica sea tan beneficiosa en el control y tratamiento de estas enfermedades.

Aunque los mecanismos por los cuales los cuerpos cetónicos generan una fuerte acción neuroprotectora no están completamente aclarados, si hay evidencia de la mejoría de los síntomas de trastornos neurológicos como los anteriormente mencionados y además, el Parkinson, la epilepsia y las lesiones cerebrales traumáticas.

2. La dieta cetogénica puede revertir la diabetes tipo 2

La dieta cetogénica ha mostrado en repetidas ocasiones mostrar efectos muy favorables en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Incluso, puede revertirla por completo. Una enfermedad que actualmente tiene una prevalencia alarmante. De acuero con la Organización Mundial de la Salud, desde 1980 sólo hasta el 2014, el número de personas con diabetes aumentó de 108 millones a 422. Han pasado ya 4 años y la cifra a crecido aún más.

Uno de los mecanismos por los que la dieta cetogénica puede llegar a revertir la diabetes tipo 2, es que permite recuperar la sensibilidad a la insulina y la disminución de la inflamación crónica.

La diabetes tipo 2, es una condición en la cual los niveles de azúcar en sangre aumentan demasiado. Esto ocurre porque las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina; la hormona producida en el páncreas que permite que el azúcar (glucosa) en sangre, entre a las células para que estas puedan utilizarla como energía.

Cuando las células empiezan a dejar de responder a la acción de la insulina, el azúcar se queda en el flujo saguíneo. Luego, el páncreas tiene que producir más y más insulina para lograr que las células respondan y la glucosa pueda entrar dentro de ellas. Con los años, este círculo vicioso, hace que la sensibilidad a la insulina se vaya perdiendo. Es decir, las células, responden cada vez menos a la insulina y cómo consecuencia, se vuelven resistentes.

Es ahí donde la glucosa aumenta demasiado en el flujo sanguíneo y se diagnostica la diabetes tipo 2.

Pero entonces ¿qué causa la resistencia a la insulina?

El papel de la resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina, es una condición que se desarrolla por incorrectos hábitos mantenidos durante años. En algunas personas tarda más tiempo en desarrollarse que en otras. Pero en todas (o al menos en la mayoría), obedece a una incorrecta alimentación; una rica en carbohidratos (especialmente los refinados), azúcares, aceites proinflamatorios y sedentarismo.

Cuando se restringen entonces los alimentos que aumentan la glucosa en sangre (carbohidratos y azúcares), y en cambio se aumentan aquellos que tienen un efecto menor o mínimo (dependiendo del alimento) como las grasas saludables, la proteína de fuentes naturales y los vegetales bajos en carbohidratos, el cuerpo aprende a utilizar otras fuentes de energía distintas a la glucosa -como las cetonas que se producen a partir de la grasa acumulada y/o consumida- y se recupera poco a poco la sensibilidad a la insulina.

Uno de los factores que ayuda a recuperar la sensibilidad a la insulina, es la ausencia de ella. Es decir, al no consumir alimentos altos en carbohidratos, no aumenta la glucosa en sangre y por tanto, hay un estímulo mínimo (o nulo) sobre la insulina. Así, poco a poco las células dejan de ser resistentes a su acción.

 

‘‘Los patrones de alimentación actuales, que incluyen muchos productos refinados (ricos en harinas refinadas, azúcares y aceites proinflamatorios) y una alta frecuencia de comidas, terminan por mantener niveles de insulina constantemente altos, inhiben la producción de cetonas y por tanto, el estado de cetosis.’’

Por eso, la dieta cetogénica es excelente tratamiento para la diabetes tipo 2. Una enfermedad que tiene una prevalencia alarmante hoy en día. Tanto es, que se estima que sólo en Estados Unidos, el 34,5% de la población es prediabética y el 10,5% tiene diabetes tipo 2.

 

Algunas conclusiones acerca de la dieta cetogénica

Como pudiste ver, la pérdida del exceso de grasa corporal se hace inminente cuando se tiene una alimentación cetogénica. También, el beneficio antioxidante a nivel cerebral y la recuperación de la sensibilidad a la insulina. Es una forma de alimentación que sin duda trae muchos beneficios especialmente para aquellas personas que ya tienen su salud comprometida

Sin embargo, es importante resaltar que, los malos hábitos de vida que prevalecen en la población actual, son los mayores responsables de los problemas de salud que más la afectan. Estos son la obesidad, la diabetes tipo 2, la insuficiencia renal, las enfermedades cardiovasculares y el desbalance en marcadores como la presión arterial, el perfil lipídico sólo por mencionar algunos. Por eso, es desde los hábitos como la alimentación y el ejercicio que se empieza a recorrer una gran parte del camino en búsqueda y recuperación de la salud.

Entonoces la pérdida de peso claro que sí es un beneficio de esta dieta. Pero es algo que sucede como resultado de la recuperación de un metabolismo dañado. Es por eso que antes de pensar en la pérdida de peso, cabe cuestionarse qué es lo que ocurre en el cuerpo antes de perderlo ya que los beneficios suceden antes.

Si quieres ir un poco más allá y conocer cómo se ve una alimentación cetogénica en la práctica y si tiene efectos secundarios, ingresa a los siguientes enlaces: ¿Qué comer en una Dieta Cetogénica? y ¿La Dieta Cetogénica tiene efectos secundarios?

Recuerda que, la salud se construye cada día, y así como ciertas enfermedades como la diabetes tipo 2 se desarrollan gracias a decisiones que se toman día a día a la hora de alimentarsnos, ganar salud, también se construye de la misma forma. Por eso, empezar a cambiar hábitos aún cuando se es sano, es lo más inteligente que se puede hacer. Día a día se construye la salud.

La salud, es bienestar, y tener ambos, trae plenitud.

 

 

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